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Bugatti: Una marca de lujo con historia y arte

Bugatti es una de las marcas más prestigiosas y exclusivas del mundo automovilístico.

Sus carros combinan elegancia, potencia, velocidad y diseño, y han sido objeto de admiración y deseo por parte de aficionados, coleccionistas y personalidades del arte.

Pero ¿cómo nació esta marca y qué la hace tan especial? En este artículo vamos a explorar algunas curiosidades sobre la historia, los modelos y las realizaciones de Bugatti.

Ettore Bugatti fue un apasionado por la mecánica y el diseño/ Foto: Cortesía

Ettore Bugatti: el fundador visionario

El origen de Bugatti se remonta a 1909, cuando Ettore Bugatti (1881-1947), un joven italiano apasionado por la mecánica y el diseño, fundó su propia compañía de automóviles en Molsheim, una localidad de Alsacia (Francia) que entonces pertenecía al Imperio Alemán.

Ettore provenía de una familia de artistas: su abuelo era arquitecto y su padre era diseñador de muebles y joyas de estilo modernista.

A pesar de la oposición paterna, que quería que siguiera una carrera artística, Ettore se dedicó a construir bicicletas, triciclos motorizados y automóviles para otras marcas, hasta que pudo realizar su sueño de crear sus propios vehículos con un estilo único e innovador.

Type 57 SC Atlantic, fue el más veloz y hermoso de su época/ Foto: Cortesía

Bugatti entre las dos guerras: el esplendor de los clásicos

Entre las décadas de 1920 y 1930, Bugatti vivió su época dorada, produciendo algunos de los modelos más emblemáticos y exitosos de la historia del automovilismo.

El Type 35, una ganador de competiciones por excelencia/ Foto: Cortesía

Entre ellos destacan el Type 13, el primer auto diseñado por Ettore y que sorprendió por su ligereza y agilidad; el Type 35, el más ganador en las competiciones de Grandes Premios, con más de 2.000 victorias; el Type 41 Royale, el más lujoso y caro jamás fabricado, con un motor de 12.8 litros y una mascota en forma de elefante esculpida por el hermano de Ettore, Rembrandt Bugatti; y el Type 57 SC Atlantic, el más rápido y bello de su época, con una carrocería aerodinámica y unas costuras remachadas que le daban un aspecto futurista.

El EB110 de Bugatti/ Foto: Cortesía

Crisis y resurgimiento: la transformación de Bugatti

Pero la Segunda Guerra Mundial supuso un duro golpe para Bugatti, que sufrió la ocupación nazi, la muerte de Ettore y su hijo Jean (talentoso diseñador y piloto), y la pérdida de mercado frente a otras marcas más modernas y competitivas.

La compañía intentó sobrevivir con algunos modelos nuevos, como el Type 101 o el Type 251, pero no logró recuperar el prestigio ni la rentabilidad de antaño. En 1963, la fábrica cerró sus puertas definitivamente.

Sin embargo, la leyenda de Bugatti no se apagó del todo. En los años 80, un empresario italiano llamado Romano Artioli compró los derechos de la marca y fundó Bugatti Automobili SpA, con sede en Campogalliano (Italia).

Bajo esta nueva gestión se lanzaron dos modelos: el EB110, un superdeportivo con cuatro turbos que alcanzaba los 350 km/h; y el EB112, una berlina de lujo que pretendía competir con Rolls-Royce o Bentley. A pesar de la calidad y el rendimiento de estos autos, la empresa entró en bancarrota en 1995 por problemas financieros.

En 1998, el Grupo Volkswagen adquirió Bugatti y creó Bugatti Automobiles SAS, con base en Molsheim.

Esta nueva etapa supuso un renacimiento para la marca, que volvió a sorprender al mundo con modelos que han pulverizado récords y barreras en el mundo de los superdeportivos.

Modelos actuales: la vanguardia de Bugatti

El primero de estos autos fue el Veyron 16.4, presentado en 2005, que contaba con un motor W16 de 8 litros y cuatro turbos que le permitía alcanzar los 1.001 CV de potencia y los 407 km/h de velocidad máxima.

El Veyron se convirtió en el automóvil más rápido del mundo en el 2007, cuando logró llegar a los 431 km/h.

Veyron Gran Sport Vitesse/ Foto: Cortesía

Posteriormente, se lanzaron versiones más potentes y exclusivas del Veyron, como el Super Sport, el Grand Sport o el Grand Sport Vitesse.

El sucesor del Veyron fue el Chiron, presentado en 2016, que elevó aún más el nivel de prestaciones y lujo de Bugatti.

El Chiron también montaba un motor W16 de 8 litros y cuatro turbos, pero con una potencia de 1.500 CV y una velocidad máxima limitada electrónicamente a 420 km/h.

El Chiron también batió récords de velocidad, como el de acelerar de 0 a 400 km/h y frenar a 0 en solo 42 segundos, o el de alcanzar los 490 km/h sin limitador.

Chiron Pur Sport/ Foto: Cortesía

Al igual que el Veyron, el Chiron ha tenido varias versiones especiales y limitadas, como el Super Sport, el Pur Sport, el Divo o el Centodieci.

El modelo más reciente presentado por Bugatti es el Bolide, un prototipo que muestra la visión más radical y extrema de la marca. 

Chiron Bolide puede alcanzar los 500 km/h/ Foto: Cortesía

El Bolide es un automóvil pensado para las pistas de carreras, con un peso de solo 1.240 kg y una potencia de 1.850 CV.

Según Bugatti, el Bolide podría alcanzar los 500 km/h y dar una vuelta al circuito de Nürburgring en menos de seis minutos. Sin embargo, todavía no se ha confirmado si el auto entrará en producción o se quedará como un ejercicio de diseño.

La marca Bugatti también ha explorado en otros campos del diseño/ Foto: Cortesía

Otras realizaciones: el arte y la innovación de Bugatti

Además de autos, Bugatti ha realizado otras creaciones que demuestran su espíritu artístico e innovador. 

En 1935 diseñó y construyó un avión llamado Bugatti 100P, que tenía como objetivo batir récords de velocidad aérea.

El avión tenía un diseño muy avanzado para su época, con dos motores en configuración W y una hélice trasera. Sin embargo, el proyecto se canceló por el estallido de la guerra y el avión nunca llegó a volar.

Reloj inspirado en el Bugatti Chiron/ Foto: Cortesía

Otra incursión artística es la colaboración entre Bugatti y Jacob & Co., una firma de relojería de lujo, para crear una serie de relojes inspirados en los superdeportivos de la marca.

Estos relojes tienen un diseño sofisticado y complejo, con elementos que recuerdan al motor W16 o al velocímetro del Chiron. Algunos modelos incluso tienen un mecanismo que simula el sonido del motor al pulsar un botón.

La exclusiva bicicleta Bugatti de fibra de carbono/ Foto: Cortesía

Bugatti también ha explorado otros campos como la moda, el mobiliario o las bicicletas, siempre manteniendo su sello distintivo de calidad, exclusividad y belleza.

Bugatti es más que una marca, es un símbolo de excelencia y pasión por la creación.


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